Caracterizada por el empleo de preparados altamente diluidos
que sin diluir causarían los mismos síntomas que sufre el paciente.
Su premisa fundamental
"lo similar se cura con lo similar", afirma que "cuanto mayor es la dilución, más potente es el efecto", asumiendo que lo que causa determinados síntomas puede curar esos mismos síntomas si la dosis es baja.
Indicada en el marco de la prevención
y tratamiento de enfermedades respiratorias crónicas, alergias, molestias estomacales, enfermedades cardiovasculares, enfermedades óseas, estrés y ansiedad.
Existe en más de 80 países
cada vez más profesionales de la salud recomiendan enérgicamente a sus pacientes que den prioridad en la medida de lo posible a los tratamientos homeopáticos